martes, 28 de abril de 2009

Alicia


Alicia también tuvo que crecer. El gato la abandonó la noche que el juego de saltar sobre el colchón se convirtió en algo que confundió con amor. Quiso volver a ser pequeña y los hongos sólo la hicieron imaginarse abducida en un mundo sin madrigueras, porque aquí todos los días son para cumplir meses, años, décadas, deberes. Lo único que Alicia conservó fue la capacidad de inundar espacios y sueños.


Naranjas y Bruja, Chelin Sanjuan, acrilico sobre tela

Circunferencia

Romper el silencio
abrazar en palabras
lo habitado entre mis piernas

Caminar sombra pegada
a destiempo
decir


no



no

no

Voz
en espera... Miedo

Miedo de palabras
abrasadas en tus piernas


Aura Luna

sábado, 18 de abril de 2009

Historia de un cuerpo


Por el filo de tu espalda
obcecada entre el polvo de tus huesos sépticos
en el recóndito agujero abismado de un pretexto
laberinto de costillas disipadas

Camina sobre las plantas de unos pasos
busca el hilo de viento bajo su despojado centro
el papel ha mudado
la casa, son muebles
y la tinta construye con el silencio
un quejido
apenas un susurro
un concepto indescifrable de aliento

Duermes en el sueño de un espacio metálico
hermético

minutos
segundos
en la piel
en la sangre

Orgasmos fosilizados
incrustados en las piedras como esperanzas sin destino
que
caen
infinitamente…

Prolongación de un cuerpo en fantasmas
el humor, la flema, latente miedo
olvido
polvo que se quiebra
en manantiales de hedores sin olfato
ojos, senos abiertos
desgarran manos que caminan
pies que palpan reconociendo la saliva
otro

él
nosotros
ustedes
yo
nuestro
un cuerpo que fue
que es historia

Aura Luna

lunes, 13 de abril de 2009

Intermitencias de luna

Ciclos que nos nutren y vuelven sin que las líneas se toquen. El tiempo es una infinita espiral y en esta mi historia las huellas y ecos de los que me acompañan en el camino, algunos a quienes he perdido o caprichosamente me abandonaron, los que dejaron su voz en mis letras y nutrieron mi ser sediento serán reflejo de los días menguantes, de las noches llenas para experimentar, para continuar la búsqueda interminable de las mujere que me habitan.



Teseo
Toca mi piel con tus manos de fuego y nieve,
grita mientras enciendo la vela
que ha de conducirnos a la muerte.
Escribe un nuevo verso en mi entrepierna
con la sangre de cada una de tus venas,
desliza tu lengua por el laberinto de mi espalda
hasta donde tus prejuicios te conceden tregua.
Remonta mis alas,
vuela conmigo esta noche antes que amanezca
y el deber nos sorprenda enlazados
en el abrazo de una cama ajena.
Mírame otra vez,
cuélate por mis pupilas,
trágame completa,
Y que sólo queden las cenizas de otro sueño.

Aura Luna