Entre las miradas indiferentes que caminan perseguidas o persiguiendo no sé bien qué, te busco
en los domingos de fiesta saturados de cabezas, manos, pies que se agitan y mueven, que crecen y se pierden
donde el silencio no cabe y el ruido chorrea sudores
en los paseos por la ciudad de calles y sombras que asustan con sus viejas amarillas que esperan no sé qué
en las habitaciones de cada día con sus ventanas que cuelan polvo y graban rostros desfigurados, me busco
Descifrar la sombra con que te vistes cada mañana
entender mi propia existencia
existir fuera de ti.
Una palabra gastada de espera
quemar las ganas de labios muertos
helar la piel
y caer
Una noche cualquiera para matarte por completo
deshacer la tinta
disolver la sangre
gritar
y caer
Salir del centro o aproximarme a él hasta caer exactamente en el infinito de tus agujeros
deseos
sueños
insomnios
que se pierden y se encuentran
el tiempo es un momento, el tiempo es siempre y nunca
donde no estamos
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